domingo, 19 de abril de 2009

Izkin... Capítulo 19: La cueva

Llovía con saña, cada rayo que caía daba un salto aterrado la pobre araña, y para colmo se empezaba a encharcar el prado, ¿donde coño les quería llevar ese hombre?
-Oiga, ¿Falta mucho?
-Casi hemos llegado.
“Si ya eso dijiste hace media hora” pensó Izkin pero esta vez era cierto. A lo lejos se veía como un agujero con escaleras, parecía más un metro que otra cosa. Pero lo más impresionante era el árbol que había al lado del agujero, mira que en varios kilómetros a la redonda no había un solo árbol salvo ese pero mediría cerca de 100 metros. Y sí, los rayos le daban pero era tan ancho además y tan sólido que no le hacía nada de nada.
-Oiga, ¿que es en el agujero?-Pregunto Iren
-Sí, ha sido un agujero pasado de generación en generación en mi familia.
-Vaya herencia rara, ¿no?
-Ssshhhii, calla Izkin- Le silenció Iren a su amigo.
-Pero no podían haber construido su casa en aquel árbol, tiene un tronco tan ancho que casi ni lo notaría.-Le dijo Iren
El hombre sombrío le miró profundamente y le dijo:
-¿Acaso os he dicho que eso es mi casa? El árbol también ha pasado de generación en generación, es como parte de mi familia.
La verdad que esas palabras acojonaron a Iren un poco, bueno las palabras no, sino la forma de decirlo con esa mirada penetrante que acojonaría al mismísimo Chuck Norris.
Y entraron en la especie de parada de metro y dejaron de calarse en la cabeza por que con la que caía el agua entraba al agujero como un río pero en seguida se desvió por un río subterráneo. Era un poco acogedor el lugar, había antorchas que poco a poco fue encendiendo aquel hombre torpemente incluso un fuego y se quedo sentado mirándolos.
-Antes comentaste que esto no es tu casa, entonces que es.
La volvió a mirar fijamente y dijo…
-Efectivamente, esto no es mi casa, es un sitio donde guardo cosas.
Y se levanto y empezó andar poco a poco mientras decía.
-Si, es un sitio útil, ideal para un día como este.
Parte de razón tiene que llovía con ganas. Pero entonces el hombre que poco a poco como si paseara llego a la salida le dio a una especie de palanca y una puerta de rejas de acero les encerró dentro de ese agujero, el hombre estaba fuera con una sonrisa burlona e hijo de puta que daban ganas de romperla de un puñetazo.
-Mierda colega, ¿pero que haces?- Dijo Izkin.
-Tú, debes de morir. Serás tragado por el árbol millón-años.- Y el tío desapareció.
-Mierda Bu ¿tú no puedes romper las rejas?
-Lo intentare Izkin.
Y al tocar las rejas una descarga eléctrica sacudió a la araña y cayó en el acto, el suelo de debajo suyo se iba abriendo poco a poco y en el fondo había una raíz enorme supongo que del árbol que también se estaba abriendo. Cuando se abrió la raíz había una especie de río de lava en él, parece que al árbol, le gustaban las cosas calentitas.
-¡¡Mierda Iren como vamos a salir de aquí!!
-Yo que se, o viene Ur o me da que esta no la contamos.
-¿Como va venir Ur? Si sería un superhéroe de ese bosque, además la reja esta electrificada no puede hacer nada.
A lo tonto mientras pensaban que hacer, Bu inconsciente caía hacia esas raíces ardientes que por cierto iban ascendiendo y cada vez hacía más calor y subía y el ambiente se calentaba, el fin de nuestros héroes, “¿aquí acaba mi vida?” se pregunto Iren y cayeron a la raíz ardiente.

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