miércoles, 1 de abril de 2009

Izkin J. Astra en el mundo comosellame (Capítulo 14: El poderoso Ur)

Los jabalíes gigantes atacaban con todo, con la boca abierta por si le cazaban a su rival ya de paso le clavaran los piños, pero no llegaban en ningún momento a su altura, Ur era muy rápido y apuntaba muy bien, esos chorros (¡parecidos a los que se usan para cortar el metal!) acababan con los jabalíes uno tras otro, caían al suelo completamente noqueados.
-Este es un héroe de verdad, guau.- Exclama Bu de asombro.
-Si- No podía decir nada más Iren.
Todos cayeron menos el jefe, con la metralleta automática que tenia y le pego un balazo a Ur, que salpico su sangre por todos lados…
-¡No!- Gritaron Bu e Iren a la vez.
… ¿Sangre? No era mas bien agua, y lo que se suponía era el cuerpo de Ur se había convertido en una figura de agua sonriente. Se deshizo al momento y…
-Donde estas cabronazo que has acabado con todos mis hombres, ¡Donde!
-¿Hombres? Dirás “mariconas cerdas”. – Estaba justamente detrás del jefe jabalí humano que se dio la vuelta rápidamente y le disparó o eso intentó. Pero no salía nada, la pólvora estaba mojada. 
-¡!- Acojonado el cerdo con cuerno cuando derrepente un chorro mucho mayor que los anteriores le alcanza el cuerno y se lo arranca de cuajo. El bicho se retuerce de dolor, es normal, un cuerno gordo y grande arrancarlo de cuajo tiene que doler un huevo.
-Ahora si que estás preciosa- Bromeo Ur y acto seguido otra vez ese chorro gordo aparece dándole en la mandíbula del jefe-jabalí-sin cuerno-humanoide que lo deja destrozado.
Algunos de los hombres de esté se han recuperado un poco y miran con miedo pero a la vez furioso a Ur, pero no se tienen que preocupar por él, Iren y Bu se encargaron de ellos con unas palizas muy salvajes. Por favor ese horror otra vez, Iren completamente encorelizada sacudiendo una y otra vez los cuerpos de los maltrechos bichos mientras que al no ser humanos parecía que a Bu no le importaba comerse alguno por que los atrapaba con su telaraña, los hacía capullos y se comió alguno.
-Tienes que probar alguno Iren esto esta de muerte, sabe como a costillas de cerdo.
-Guárdanos alguno para luego. 
Algunos consiguieron escapar, se llevaron a su jefe y desaparecieron. Ur había desaparecido, parece que decepciono a Iren que se haya ido. Pero derrepente…
-¡Mierda, Izkin sigue debajo de esas rocas!- Y a toda ostia fueron hacia donde se había producido el derrumbe. 
Al llegar allí vieron como las rocas estaban destrozadas e Izkin se arrastraba entre ellas queriendo salir de allí. Bu le echo una tela y lo saco de allí. Empezó a toser.
-¡Izkin!, ¡Si estas vivo!
-Sí, joder, creía que no lo contaba, prefiero los bichos bolas antes que los cerdos gigante esos, ¡Tjo tjo tjo!- Casi ni podía hablar.
-Sabes Izkin, hemos conocido a un héroe de verdad, Parecía muy fuerte y de confianza.
-Sí es el quien ha destrozado todas las rocas que tenía encima que me aplastaba, un tal Urtz o algo por el estilo, un verdadero capullo más. Me ha quitado las rocas pero me ha dejado enterrado debajo de un montón de grava.
-Se llama Ur y nos ha salvado de esos cerdos, que por cierto están muy buenos, tenemos alguno atrapado por si los quieres probar.
-Venga que ya tengo hambre, por lo menos ya no estas enfadada ¿no?
Y se zamparon unos cerdos de esos que estaban de muerte por muy humanoide que fuera el cerdo es cerdo. Al final continuaron con su viaje.

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